
Son algunos de los maquilladores más importantes del mundo y aunque sus nombres son desconocidos para la mayoría, son verdaderas celebridades. Las estrellas de Hollywood y las modelos más cotizadas les piden selfies cada vez que coinciden en algún evento. Y ellos, a veces, aceptan.
En la industria de la moda, sus nombres son tan —o más— conocidos que los de Kim Kardashian, Naomi Campbell o Gigi Hadid. Llevan años trabajando en backstage de manera anónima pero las redes sociales, y especialmente Instagram, los ha catapultado a la fama. Una popularidad con la que han debido aprender a convivir pero que no siempre les resulta llevadera. Prefieren hablar por sus trabajos. Ellos son el beauty squad más influyente del planeta. Los maquilladores que determinan no solamente qué colores usaremos, sino de qué manera lo haremos. Si ellos peinan las cejas de las modelos, entonces todos hablaremos del bold como tendencia. Si las disimulan y aplican un simple gloss en los labios, el mundo entero se rendirá ante el no makeup trend. Si colocan apliques y oscurecen la mirada, será el turno de la influencia punk.
Pat McGrath, Peter Philips, Tom Pecheux, Charlotte Tilbury y Val Garland son cinco de los artistas del maquillaje que integran este escuadrón de belleza. Detrás de cada campaña, desfile y también detrás de cada alfombra roja, está el nombre de alguno de ellos.
Pat es toda una celebridad tras bastidores. Nadie trabaja la iluminación de las pieles como ella. El diseñador Tommy Hilfiger es uno de sus más grandes admiradores y no concibe ninguno de sus shows sin el sello de esta artista. Dolce & Gabbana, Giorgio Armani, Prada y Miu Miu también eligen a esta inglesa hija de una inmigrante jamaiquina que fue elegida por Vogue como la maquilladora más influyente del mundo, y recibió un galardón de la Corona británica por su aporte a la cultura. En 2015 debutó con un kit de productos con su nombre que se agotó en un solo día y a fines de abril lanzó una nueva colección, que prometía esfumarse en unas pocas horas.

Peter Philips fue por años el creador de los looks de Chanel. Como un auténtico brazo derecho de Karl Lagerfeld, interpretó a la perfección cada una de las colecciones de las que luego habló el mundo. La mirada de tul es una de sus creaciones más celebradas y las cejas-joya una de las más atrevidas. Ahora es el director de maquillaje de la casa Dior y uno de los responsables de que este invierno todas estemos pensando en usar labiales oscuros. Si sus modelos lucieron impecables con bocas negro-mate, ¿por qué nosotras no?
El antifaz de maquillaje de las modelos en el recordado desfile ‘aeropuerto Chanel’ llevaba la firma de Tom Pecheux. Francés de nacimiento, es uno de los favoritos de los fotógrafos Mario Testino y Patrick Demarchelier. Su fuerte es el maquillaje natural, y fue uno de los primeros en declarar que los cosméticos deben usarse para embellecer y no para modificar a una mujer. Actualmente trabaja para distintas marcas y uno de sus hitos fue la transformación de Shiseido en una obsesión de las beauty adictas.
De estos cinco makeup artists, posiblemente la más conocida fuera del backstage sea Charlotte Tilbury. Kim Kardashian, Kylie Jenner, Gisele Bündchen y Penélope Cruz son apenas algunas de las celebridades que han confesado ser fanáticas no sólo de su mano experta sino también de los productos cosméticos que llevan su nombre y que se venden como pan caliente en las tiendas Sephora de Estados Unidos. Además de trabajar para desfiles y campañas publicitarias, Charlotte es la favorita de Anna Wintour, amiga íntima de Mario Testino y fue la encargada de maquillar a la top Isabeli Fontana en Perú para la versión francesa de la revista Vogue.

Val Garland, en tanto, es el genio detrás de los camaleónicos looks de Taylor Swift y Lady Gaga. Innovadora y vanguardista, es capaz de cubrir la cara de una modelo por completo usando glitter, y también de ayudarse con un pedazo de papa (sí, el tubérculo) para difuminar el rubor o esculpir las cejas. Los grandes desfiles de Alexander McQueen siempre llevaron su firma. Hoy trabaja para las principales marcas y cada temporada de desfiles recorre religiosamente las grandes capitales de la moda imponiendo el estilo único que caracteriza a su trabajo. ¿Su última audacia? El insólito —y tenebroso— look que presentó para el show de Gareth Pugh en Londres, donde las modelos tenían unas mejillas falsas, como almohadillas subcutáneas. “Me inspiré en una supuesta amante de Hannibal Lecter”, dijo, mostrándole una vez más al mundo por qué su nombre aparece en letras de molde al lado de los grandes de la industria.
Tal vez la gente común no conozca sus nombres, pero de algo podemos estar seguros: sus trabajos están, literalmente, en boca de todos.
Publicado en Revista Caras.
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