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El lado cool de los cuarenta

Actualizado: 21 may 2018

Uso anteojos en forma intermitente desde los siete años. Los primeros que elegí eran fucsias y redondos, después vinieron unos dorados. De adolescente me negué y por años no usé nada porque no me gustaba.


Usar lentes era medio de nerd... y yo era todo menos eso. Así que no entiendo cómo hice pero sobreviví hasta que empecé la universidad, y realmente se me hacía imposible leer tanto sin forzar la vista. Además en esa época era bastante fashion victim y me compré unos Diesel que venían en un estuche como supersónico.


Ahora usar anteojos ya no es opción. Ni para mí ni para muchas de mis amigas. Y la razón es muy simple: el ojo envejece a partir de los 40 años: "El ojo viene hecho para ver nítido de lejos, y para ver de cerca se requiere un proceso activo que se llama acomodación. En los niños la acomodación es enorme, pero con el tiempo se va perdiendo. Y a los cuarenta tienes que empezar a estirar los brazos para leer, o se necesita mucha luz", explica la Dra. de la Clínica Luis Pasteur Alejandra Roizen, que es mi oftalmóloga de cabecera.


Por suerte ya no soy fashion victim, pero pienso que unos buenos anteojos te hacen el look, y no estoy ni ahí con operarme ni probar lentes de contacto porque hay miles de armazones que usaría feliz.


Así que aquí les comparto una selección de algunos que saqué de las pasarelas y de una selección que hizo la revista In Style.


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