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Mom jeans ¿sí o no?

La revancha de los ´90


Seguro se acuerdan de Brenda Walsh y Kelly Taylor, dos de las protagonistas de Beverly Hills 90210, que iban a la prepa con jeans de tiro alto y blazers de colores.


Bueno, esos pantalones están de vuelta y es una buena noticia para casi todo el mundo, porque marcan la cintura y estiran la talla. Pero -en la moda siempre hay 'peros'- agranda la cola. La aplana, es cierto, pero también la ensancha.


Siempre estuve un tanto acomplejada de esa parte de mi cuerpo. Tengo las piernas flacas, las faldas y los vestidos cortos me quedan bien, y habitualmente elijo prendas oversize para looks con pantalones. Practico lo que no profeso: me tapo.


Eso, hasta que en un viaje a Buenos Aires caí en la tentación de Ginebra, la tienda de Micaela Tinelli, y compré unos jeans noventeros que me costaron un ojo de la cara. Un día se me ocurrió usarlos con una polera blanca suelta, pero corta. Y todos me dijeron que me veía más flaca. ¡Bingo!


El mom jeans -se llama así porque los usaban nuestras mamás y ese nombre le pusieron en las tiendas de ropa usada- es un must have pero de verdad. Además de ser un comodín, es cómodo y versátil. Con tacos y una blusa de raso funciona para la noche, y con zapatillas y un polerón es mi nuevo uniforme de domingo.


Los venden en casi todos lados. Los vi en Levi´s, Topshop (me los probé y son atómicos) y en Gap. No me quedan como a Gigi Hadid, pero juro que fueron mi mejor inversión de la última temporada.


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